El estrés envejece. La sociedad moderna padece un exceso de estrés que a nivel personal se traduce en fatiga, insomnio, aumento de peso, pérdida de la memoria, falta de concentración… todos ellos, síntomas que conllevan al envejecimiento. En pequeñas dosis el estrés es necesario porque hace que nuestro cuerpo reaccione para enfrentar situaciones desfavorables a nuestra salud, pero el exceso de estrés o el estrés crónico, es uno de los factores devastadores del sistema inmunológico. No es casual que en períodos de estrés nos duela la cabeza, nos constipemos con más frecuencia, o se nos desajuste el sistema digestivo, nuestra piel también reacciona mostrándose cansada y apagada. El estrés influye directamente en el envejecimiento porque daña los genes, las proteínas, los hidratos de carbono y los lípidos. El estrés conlleva a la elevación de los niveles de cortisol, también llamada la hormona aceleradora del envejecimiento porque tiene consecuencias desastrosas para el organismo como: – la pérdida de colágeno y la elastina – problemas de la piel como arrugas, acné, seborrea y alopecia – retención de líquidos – aumento de la inflamación – mayor hipoglucemia, y por tanto, deseos de consumir azúcar El estrés genera radicales libres que el cuerpo no es capaz de neutralizar porque el sistema antioxidante natural que tenemos en nuestro cuerpo pierde eficacia con la edad.
Pero: ¿qué hacer para aliviar el estrés? – Intente dormir bien, irse a la cama antes de las doce de la noche es una buena recomendación. Durante la noche, sus células trabajan almacenando energía. – No comience el día corriendo a todas partes. Es mejor levantarse un poco antes y llevar un ritmo acorde a cada actividad. – No pretenda hacer varias cosas a la vez. Concéntrese en una sola, y una vez terminada, estará mucho mejor para asumir otra. – Desayune y nutra su cuerpo con responsabilidad. Los alimentos serán una fuente de antioxidantes, fundamentales contra el envejecimiento. Una nutrición rica en frutas y verduras, así como un desayuno equilibrado, le ayudarán a sobrellevar la carga del día a día. Quizás necesite suplementos para compensar alguna deficiencia. La nutricosmética se ocupa de saber cuáles son esos nutrientes que su cuerpo necesita reforzar. – Relájese. La relajación reactiva la capacidad sanadora de las células, alivia la inflamación y favorece la circulación sanguínea. Los masajes son ideales para liberar esas altas cargas de tensión muscular que acumula nuestro cuerpo. – Respire profundamente. Realice pausas durante el día para respirar profundamente y relajarse unos minutos. – La actividad física es muy saludable para nuestro cuerpo y nuestra mente: ir al gimnasio, hacer Pilates, Tai Chi, o salir a andar cada día, dotan al cuerpo de energía. – No compita contra sí mismo. Propóngase metas y objetivos razonables que no le generen ansiedad o un sentimiento de frustración. – Use la mente positivamente. Libérese de lastres emocionales como la ira, la envidia y la venganza y aléjese de personas y ambientes que contaminen negativamente sus emociones. – Ocúpese de sí mismo de manera consciente y disfrute de las cosas que le gusten de forma rutinaria: escuchar música, leer un libro, salir a pasear, ir a un concierto, quedar con un amigo. A veces no tenemos en cuenta la energía y vitalidad que nos puede aportar nuestro entorno. Algunos cambios en la nutrición, la actividad física y la relajación nos pueden aportar sensaciones de bienestar y energía. Así enfocamos los programas antiaging en nuestro centro de estética STHETIC, un espacio diseñado para el equilibrio, la relajación y el rejuvenecimiento mental y corporal. Hablamos siempre de la juventud y la belleza como un estado de bienestar porque es obvio que el estrés conlleva irremediablemente al envejecimiento.