Radiofrecuencia Facial

Es una técnica no invasiva, ideada para frenar y prevenir el envejecimiento cutáneo. 

Genera un campo electromagnético, que causa un movimiento rotacional de las moléculas de agua que generan calor por fricción.

Este tratamiento, similar a un lifting, produce efecto tensor óptimo gracias a la aplicación de una sofisticada tecnología de ondas que posibilita la contracción de las fibras de colágeno, evitando así el descuelgue de la piel. A corto plazo las fibras de colágeno experimentan una contracción por lo que se produce un efecto tensado de la piel. A largo plazo, el efecto lifting.

Sus beneficios son:

1.- Mejora la flacidez de la piel (efecto lifting). Incorporación a la vida cotidiana después de la sesión de aplicación. La radiofrecuencia no ablativa es la alternativa a la intervención quirúrgica.

2.- El efecto inmediato de la aplicación es la retracción de las fibras de colágeno profundas y favorece la formación de nuevas fibras, generando mayor elasticidad, reducción de arrugas y flacidez.

Los resultados son visibles entre el segundo y sexto mes después a la sesión. Está recomendado a partir de los 30 años.

Aplicación: Se puede aplicar en la cara y en el cuello con una sofisticada tecnología de ondas de radiofrecuencia (pequeños impulsos eléctricos) que calientan uniformemente el colágeno de las capas más profundas de la dermis a través de impulsos eléctricos, mientras que refrigera simultáneamente la capa más superficial de la epidermis. A corto plazo las fibras de colágeno experimentan una contracción por lo que se produce un efecto de tensado de la piel. A largo plazo, el efecto lifting. Los resultados se aprecian después de un período de 2 a 5 meses de la primera aplicación, dependiendo de los niveles de colágeno que tiene cada persona. Es un tratamiento muy seguro y experimentado en cientos de pacientes. La radiofrecuencia no produce hematomas ni cicatrices.

Posteriormente al tratamiento la piel puede estar algo enrojecida. Este enrojecimiento tiene una duración de pocas horas o incluso minutos.

Durante los meses que siguen a las sesiones de tratamiento, la piel va fabricando fibras y sustancias que redundan en el efecto “lifting” de la cara. Se deben realizar varias sesiones. Se debe esperar de 4 a 6 meses desde la última aplicación para observar el efecto máximo. Este efecto suele ser acumulativo y no impide que en el futuro, la misma piel, pueda ser tratada nuevamente.

A tener en cuenta: El procedimiento no se puede realizar en personas portadores de marcapasos o desfibriladores